Reseña crítica: Sin duda uno de los films de la Fox más promocionados de la notable temporada '23, en este caso, ofreciendo estrictamente lo que prometía un impresionante cartel publicitario, con el espectacular naufragio de un buque metálico. La acción se inicia en el Canal de Panamá, donde un oficial naval con apellido de agencia de turismo, Richard Decatur (el indespeinable galán Edmund Lowe), acaba de trazar el plano secreto de unas minas explosivas que tienen un objetivo defensivo que, de caer en malas manos, podría ser el fin, no solo del la maravilla de ingeniería propiamente dicha sino de las flotas norteamericanas a ambos lados del istmo. Tras ese plano hay una red de espionaje presidida por un tal Hisston (Bela Lugosi, en su primer gran villano del cine de Hollywood aunque erróneamente acreditado como "BELO Lugosi") que despliega lazos e influencias con una vampiresa de sociedad (Martha Mansfield) a la que adoctrina para que seduzca a Decatur y provoque una escisión matrimonial. Pero la caída de Decatur no abarca solo el divorcio, sino también un tribunal de guerra por haber golpeado a un superior y la degradación marcial. Amargado y resentido por la ingratitud de las Fuerzas Armadas de su país, ¿caerá en las seductoras redes de la vampiresa y revelará la exacta ubicación de las minas? ¿O se trata de una táctica de contraespionaje para poder contactarse con Hisston y conocer la ubicación del cuartel general de los saboteadores? Tras décadas de films de espionaje con argumentos similares, es difícil no percibir lugares comunes y esquemas narrativos aún en este antiguo ejemplo del género: la voluntad de los héroes es inquebrantable; los villanos son malvados durante cada minuto de sus días; las vampiresas no traen sino desgracia; la familia y los mayores son siempre abnegados y correctos; la bandera de los Estados Unidos flamea incólume en todos los océanos. El film cumple previsiblemente uno y cada uno de estos mudos mandatos del celuloide de espías pero a cambio, la realización se despacha con numerosas tomas navales de acorazados en maniobras o la citada secuencia del escoramiento de la nave de los espías, respaldado por un montaje dinámico y prodigioso que es lo mejor que puede esperarse para las secuencias de acción. Y como colofón extra, un interés adicional para todo amante del terror clásico, lo tenemos a Lugosi, en plena forma como doméstico villano de turno pero obteniendo numerosos primeros planos, incluyendo varios acercamientos de su mirada expresiva o su rostro desencajado de furia. ¿Se imaginaría alguien que ese Maestro de Espionaje, nada menos que ocho años más tarde, se convertiría en Maestro del Terror? [Cinefania.com]
Calificación Cinefania.com: