Reseña crítica: Tras explorar gratamente el universo del pensamiento, la palabra, la realidad y las interconexiones entre estos elementos mediante interpretaciones en los guiones de CONFESSIONS OF A DANGEROUS MIND (Confesiones de una Mente Enferma-2002) y ETERNAL SUNSHINE OF THE SPOTLESS MIND (Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos-2004), entre otras, el ahora director Charlie Kaufman se lanza a la hercúlea tarea de describir la vida de una persona a través de extractar determinados episodios y momentos particulares. Pero no son los más importantes en lo profesional sino los más significativos en lo emocional, sin especificar época o lugar salvo por detalles aleatorios o el rastro del paso de los años en los personajes. El personaje biografiado es Caden Cotard (Philip Seymour Hoffman), director teatral ligeramente enfermizo que está trabajando arduamente en una puesta de la innovadora "Death of a Salesman" de Arthur Miller en la que planea emplear actores notablemente jóvenes para los roles protagónicos de Willy Loman y su esposa Sara. En su vida familiar choca contra las aspiraciones artísticas de su esposa Adele (Catherine Keener), pintora de lienzos microscópicos, y trata de calmar las fobias de su pequeña hija Olive (Sadie Goldstein). Se produce el ansiado estreno y la obra es un éxito, así que a la par que Caden recibe la famosa Subvención MacArthur, Adele decide exponer en Alemania y llevarse a su hija con ella, separándose de Caden. Decidido a utilizar el dinero en algo grande, comienza a elaborar una monumental puesta que requiere replicar parte de la ciudad de New York en el interior de un inmenso galpón en el que cientos de actores comienzan a ensayar, a improvisar y a ensayar improvisaciones. Será la obra que le llevará el resto de su vida, que le permitirá acercarse a otras mujeres - actrices, ayudantes - pero, principalmente, indagar en su propia personalidad a través de la representación de su propia vida. Para ello contrata a un aficionado (Tom Noonan) para interpretar su propio papel en el montaje de la obra, con lo cual abre una deliciosa brecha autorreferencial de teatro dentro del teatro. Por supuesto, se trata de una derivación escénica del famoso episodio de TWILIGHT ZONE (La Dimensión Desconocida): A WORLD OF DIFFERENCE (Un Mundo de Diferencia-1960) en que Howard Duff comienza a darse cuenta que su vida está siendo filmada siendo él mismo el protagonista. Tarde, en la película, Caden cae en cuenta que el mundo está compuesto por seres que protagonizan sus propias vidas. Para ese momento, habrá dejado pasar mujeres, amistades, hijas y mucho más, hasta que se da cuenta que la resolución para su inacabada obra podrá venir de la mano de una veterana actriz secundaria (Dianne Wiest) que se postula como reemplazo del propio director de la obra. En semejante contexto, drama, comedia, descarnado retrato humano, disciplina teatral, egocentrismo propio de los artistas, sátira y grotesco conforman una particular atmósfera que termina convirtiendo ese mágico galpón en un mundo fantástico donde realidad y ficción se repelen hasta que triunfa una sobre la otra: ignoramos cual y la película nunca se termina expidiendo al respecto, lo que señala un maravilloso punto a su favor. [Cinefania.com]
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