XXIV Festival Internacional de Cine de Mar del Plata 2009

Por Darío Lavia

La noticia del lanzamiento de este nuevo festival de Mar del Plata remarcó ya en titulares, un supuesto recorte presupuestario. "El festival de la austeridad" (Ámbito Financiero), "a falta de glamour, películas" (Clarín) o "la edición más austera de la historia" (Nación) disimulan el hecho que este año el presupuesto fue de aproximadamente 6,5 millones de pesos (1,7 millones de dólares). Teóricamente el de Mar del Plata es el único festival clase "A" de Latinoamérica, integrando el exclusivo grupo de festivales de Cannes, Moscú, Venecia, San Sebastián, Berlín y otros siete, que tienen como un de los estándares requeridos el de ofrecer una disposición correcta de facilidades y servicios para los corresponsales de prensa. Sin embargo en esta oportunidad tendremos, a decir de Clarín, "una versión reducida, austera, carente de glamour". Habiendo menos estrellas, menos días, menos películas y, por definición, menos medios de prensa, a lo mejor este año se apostó a un "menos es más". La reiteración del término nos hace solidarizarnos con los realizadores del festival y brindarles también una cobertura "austera".

Bonus

CAMINO (2008) de Javier Fesser

CAMINOCamino (Nerea Camacho) es una niña de 11 años enferma terminal de cáncer que en el lecho de muerte está rodeada de su madre Gloria (Carme Elias), un par de curas y casi todo el plantel médico del hospital de Pamplona donde la han internado. En un lapso de agonía, la niña pregunta si podrá estar "en la obra" (la "Obra", en la jerga, es el Opus Dei, el movimiento fundado por el cura católico Josemaría Escrivá de Balaguer en 1928). Como respuesta, el cura que le ha dado la extrema unción (Jordi Dauder, caracterizado como Escrivá Balaguer) saca una estampita de "San Josemaría" y se la apoya en el pecho. La película nos retrotrae en ese momento a 5 meses antes, cuando la niña aún tenía cabello, aún tenía salud, aún tenía ilusiones. Como muchas otras niñas de su edad, asiste a un colegio católico y se interesa por las mismas cosas que sus amigas, como por ejemplo ingresar a un grupo de expresión corporal y teatro que un profesor arma fuera del horario escolar. Bueno, al decir verdad, más que la interés por el arte, Camino se ve atraída en uno de los chicos que asiste al grupo, Cuco (Lucas Manzano). El flashback también nos sirve para reconstruir la relación con su dominante madre, convencida de que nada es lo suficientemente grave como para levantar la mínima duda sobre la Voluntad de Dios o sobre las instrucciones de los curas del Opus, que le "aconsejan" lo mejor para ellos (en este caso, "aconsejar" es un eufemismo para describir la presión con que se suele manipular psicológicamente a los miembros de dicha secta). El cuadro familiar se completa con un padre de buena voluntad pero indeciso (Mariano Venancio), una hermana mayor ausente que ha ingresado como "numeraria" en el seno de la organización (Manuela Vellés) y algunas imágenes que pueblan las fantasías oníricas de Camino, como un enanito llamado Mr. Meebles o un espantoso ángel de la guarda. La película enlaza escenas de fuerte caudal emotivo que hacen identificarse rápidamente con la expresiva protagonista con otras realmente indignantes, en que los sacerdotes imponen la idea que esta enfermedad es en verdad "una bendición" y le dicen que "esta niña puede ser una santa".

El director Javier Fesser no deja ni un minuto librado al azar, y cada mínimo diálogo, cada personaje secundario o cada situación tiende a mostrar la sutil pero permanente lucha entre madre e hija, entre la fuerza negativa del fanatismo religioso y la muerte contra la fuerza del amor, la adolescencia y la vida. A pesar de lo sobrecargado de la trama, los personajes del Opus no están demonizados ni aparecen haciendo cosas maléficas, como en filmes fuertemente polémicos como THE DA VINCI CODE (El Código Da Vinci-2006), que el Vaticano sugirió a sus fieles no ver debido a la falsa imagen que pretendía imprimir de dicha organización. Si bien es cierto que a un espectador desprevenido le puedan caer pesados los padres del Opus que se muestran en la película, una segunda lectura de la trama tiene más relación con esas viejas películas estilo THE OMEN (La Profecía-1976) en que cualquier individuo que se opusiera a los satánicos designios del Anticristo, terminaba atravesado con un pararayos o con su cabecita cercenada por un panel de cristal. Cualquier persona o elemento que se interponga en la voluntad del Señor, en esta analogía, es simplemente quitado del camino. ¿Qué mejor lectura para ensalzar el poder del Señor y conciliar la perspectiva del Opus y del católico común y silvestre?

8vo. día

LE CHAT (El Gato-1971) de Pierre Granier-Deferre

EL GATO¿Por qué un matrimonio mayor porfía en seguir conviviendo cuando dedican cada uno de sus días a hacer el máximo daño al otro? Jean Gabin y Simone Signoret componen a una pareja, él septuagenario y amargado, ella con una renguera permanente debido a un accidente de juventud en su vida artística circense. La película se inicia con el marido comunicándose con su mujer por escrito, a través de papelitos con notas. El director, Pierre Granier-Deferre, despliega la historia de este matrimonio a través de varios flashbacks. Algunos nos muestran los recuerdos bucólicos y difuminados de cuando eran jóvenes y disfrutaban del sexo y la pareja. Otros, más cercanos en el tiempo, nos muestran la aparición de un gato, Greffier, la mascota que el marido trae a casa y a la que dedica toda su atención y ternura, manteniendo la más fría cara de perro con su esposa. El ambiente hostil genera las más tensas discusiones y siempre el gato es testigo mudo, casi burlón, de las continuas derrotas de la esposa, que se refugia en la bebida y la melancolía. Una eventual discusión culmina cuando el marido entrega un arma de fuego en la mano de su mujer y le desafía a terminar de una vez por todas con todos sus problemas disparándole un balazo. Ante el azoramiento de ella, el marido se va dando un portazo. Aún con el arma en mano, ella observa por enésima vez la mirada fija del gato y ya no lo duda. Empieza a los tiros contra el gato. Fuera, el marido está a mitad de cuadra y oye los tiros. El paisaje es, literalmente, demoledor. Se trata del barrio Courbevoie, que por esa época estaba siendo remodelado, para lo cual se estaban demoliendo todas las viviendas antiguas (la casa de este matrimonio ya había recibido la carta de expropiación). ¿Podrá torcerse el destino que el entorno mismo para encaminar a estos personajes desgraciados? ¿Podrán realizar el esfuerzo sobrehumano de imponer la razón ante los impulsos y dejar de lado las agresiones para separarse en buenos términos? ¿Tendrá sentido querer arreglar las cosas cuando la vejez ha hecho estragos y los cónyuges han perdido aquello que enamoró al otro? Un director hábil en transcribir climas opresivos y un par de protagonistas brillantes en retratar la tristeza que envuelve al ser humano una vez que pierde todo rasgo de atractivo y de juventud, nos enfrenta a un drama asfixiante en que también hay misterio, sonrisas y desahogo, pero es el rasgo predominante el desasosiego y la tensión de la permanente agresión mutua.

7mo. día

RICKY (Ricky-2009) de François Ozon

RICKY¿Por qué habríamos de sentarnos ante una película sobre un bebé con alitas, si el tema había sido agotado por Antonio Mercero en TOBI (Tobi, el Niño con Alas-1978)? Simplemente por que en la silla directriz se encuentra el capacitado François Ozon, de LES AMANTS CRIMINELS (Amantes Criminales-1999) y SWIMMING POOL (La Piscina-2003), con lo cual es garantía suficiente tanto si se trata de una vuelta de tuerca sobre TOBI o sobre VERANO AZUL. La joven madre soltera Katie (Alexandra Lamy), que ya tiene una nena a cuestas (Mélusine Mayance), se enamora de Paco (Sergi López), un compañero de trabajo con quien sale y rápidamente convive. Katie queda embarazada y todo marcha bien hasta que el bebé nace y ambos progenitores deben repartirse para cuidarlo y continuar trabajando. Ricky (Arthur Peyret) es un bebé simpaticón, tierno y saludable, como la mayoría de los bebés, sin embargo, se la pasa llorando. El motivo de ese llanto es que sufre la aparición de unas protuberancias en la espalda que, con el correr de los días, evolucionan en alas y, posteriormente, auténticas plumas. La pareja se separa, y Katie debe arreglárselas con su hija Lisa para cuidar al bebé, siempre tratando de mantener oculto el tema de las alitas para evitar llamar la atención de los demás. Las madres usualmente tienen bastante trabajo en prevenir que sus bebés, ni bien aprender a gatear, se escapen fuera de su radio de acción. La problemática es superlativa cuando el bebé en cuestión en vez de gatear, es capaz de volar. A diferencia del bebé, la película nunca levanta vuelo o bien, nunca se decide enteramente de qué modo contar su historia. Algunas secuencias que nos sumergen en el laberinto de una madre soltera que intenta insertar una figura paterna en su familia parecen pertenecer a otra película distinta que aquella escena del bebé perdido en un supermercado, que nos remite directamente al cine familiar americano. La conclusión que da respuesta al inicio de esta reseña es que un tema ya caduco deriva en un Ozon menor, con méritos técnicos especialmente relacionados al rodaje de cine de bebés ofrece alternativas de interés relativo y nada memorable.

6to. día

MONSIEUR HIRE (La Noche es mi Enemiga-1989) de Patrice Leconte


El observador (Michel Blanc), la bella (Sandrine Bonnaire) y el novio (Luc Thuillier)

Le presentamos a Monsieur Hire (Michel Blanc en sensible caracterización), un sastre de barrio, calvo, de contextura débil, enclenque, que vive solo su apartamento. Hire además de cuidar amorosamente a una docena de hamsters, se dedica obsesivamente a observar por la ventana todo lo que acontece a sus vecinos. El voyeurismo requiere, para llevarse a cabo de manera aceptable, de un afinado sentido de la vista y aptitudes naturales para la observación. El observador, deducimos, culmina su acto al satisfacer su curiosidad. En cambio el voyeurista, siempre insatisfecho, se mantiene firme en su puesto a la expectativa de nuevos hechos para observar. Hire parece no tener otros problemas urgentes que atender, ni tampoco hinchazón de los pies, siendo capaz de estar parado durante horas mirando fijamente todo lo que se puede ver y elucubrar a través de la ventana de su vecina, la bella Alice (Sandrine Bonnaire). Un relámpago ilumina la noche y ella se percata del rostro pálido de Hire apoyado en la ventana opuesta a la suya. A partir de ese momento comienza a mostrarse deliberadamente, cada vez que se desviste o durante las fogosas visitas de su novio Emile (Luc Thuillier). ¿Será sólo una táctica para contrarrestar la intromisión visual de Hire en su vida? Esto no es todo. También hay un detective de policía (André Wilms) que sospecha de Hire como el asesino que recientemente se ha cobrado como víctima una adolescente. El vecindario también cree que Hire es un degenerado, con lo cual se va configurando como culpable perfecto. Más que en las posibilidades de suspenso o en el misterio del caso, la película se centra en la personalidad de Hire, y salvo puntuales interludios de la joven pareja de novios, percibimos la trama a través de sus ojos. Tal vez por esa razón es que esta versión de "Les Fiançailles de M. Hire" (1933), novela de Georges Simenon, sea en todo sentido más suave que aquella de posguerra, PANIQUE (Pánico-1947) de Julien Duvivier, en que el personaje de M. Hire era encarnado por un memorable Michel Simon. Dentro de esta suavidad, la película discurre con interés y ofrece varios hallazgos visuales. El director Patrice Leconte acierta en transmitir el universo perceptivo de su protagonista, no solo permitiendo el lucimiento de Michel Blanc, sino también desgranando las varias capas que cubren la complicada psicología del ser humano..

5to. día

En esta oportunidad quiero llamar la atención sobre esta información (de la gacetilla de prensa):
Notable éxito en la convocatoria 2009: en los cuatro primeros días, 31.435 espectadores
- Entradas agotadas en varias salas
- En sólo cuatro días, concurrieron 31.435 al Festival.
- Esta cifra incluye los cinemóviles, participantes de las actividades especiales y asistentes a las funciones gratuitas.
- Esto representa un 40% más de espectadores que en la edición 2008.

De esto deducimos dos cosas:
1- El festival 2009, que tiene menos películas, menos días, presupuesto pobre y menor convocatoria de prensa (reconozcámoslo, el presupuesto también se percibe en las estadías dadas a los medios de prensa), ha convocado mayor cantidad de público que el 2008, con lo cuál, al final el director del festival Martínez Suárez tenía razón y "menos es más".
2- El festival pasado, 2008, fue un fracaso.

THE SET-UPTHE SET-UP (Luchador-1949) de Robert Wise

¿Qué pasa cuando una película nos ofrece en cuadro equilibrado la perfecta combinación de fotografía (una enciclopedia de planos), interpretación (desde los figurantes hasta los protagonistas), construcción narrativa (un guión que es una obra maestra) y un extenso clima de tensión (a 4 rounds) en apenas 72 minutos de metraje? Naturalmente estamos ante a una gran película, y percibiendo la mano del director Robert Wise no nos extraña. El filme se inicia en el minuto cero con la discusión entre Stoker Thompson (un Robert Ryan en estado de gracia) y su esposa (Audrey Totter). El motivo es un tema perenne en todo filme de boxeo: la incertidumbre y el sufrimiento de ella ante cada combate, que implica algo más que castigo físico para el marido. Por supuesto, la pelea de esa noche no se va a posponer por el desacuerdo de la esposa, así que Stoker parte a su lugar de trabajo (que queda cruzando la calle del hotel donde se aloja). En el vestuario (¿qué mejor lugar?) se topa con las historias y los combates de varios personajes, que imprimen al filme un aura de veracidad que da una idea sobre el paradigma del mundo boxístico. Pero mientras esta rutina se lleva a cabo, el manager (George Tobias) negocia con el manager rival (Edwin Max) y recibe una pequeña suma (50 dólares) para que Stoker caiga en el segundo round. Stoker está viejo y tal vez este sea su último combate, así que es un negocio redondo. El gangster detrás de la transacción, Little Boy (Alan Baxter), es un tipo que honra las promesas y no está dispuesto a ser defraudado. Al llegar la hora de la verdad, Stoker sube a la arena ignorando tal arreglo ya que su manager, confiado en que el físico no aguantará, no le ha informado previamente. Pero Stoker da la pelea de su vida, complicándole la vida al rival (Hal Fieberling), a los managers y generando diversas reacciones en el público a lo largo de los tres minutos de cada round (tres minutos de la ficción equivalentes a tres minutos fílmicos ya que se trata de la primera película que transcurre en tiempo real). El resultado, lejos el más sobresaliente de la trilogía de los '40, compuesta por BODY AND SOUL (Carne y Espíritu-1947) y CHAMPION (El Triunfador-1949), sigue mantiendo su superioridad frente a posteriores joyas del cine de boxeo.

NANJING! NANJING! (City of Life and Death-2009) de Lu Chuan

Fines de 1937, Nanking, un episodio de la Guerra Chino Japonesa. La acción de la película nos ubica en las afueras de la ciudad con el nerviosismo de los soldados japoneses en los momentos previos a ingresar a la semiderruida capital de la República China y en la triste deserción del comandante chino y la mayoría de las tropas. Sólo un grupo de soldados, mal armados y auxiliados por civiles y niños, se proponen resistir la entrada de las columnas del ejército nipón. Tras valeroso pero esteril combate, cientos de soldados son capturados y posteriormente fusilados. En ese momento, un pequeño grupo de extranjeros que se quedaron en Nanking organizan un comité, eligiendo al alemán John Rabe (John Paisley) como líder. Rabe, miembro del partido nacionalsocialista alemán, es quien logra hacer reconocer a los japoneses una "Zona de Seguridad" en un sector determinado de la ciudad que no será atacada con la condición que no albergue soldados chinos o integrantes de la resistencia. A partir de este momento se inicia la segunda fase del incidente conocido históricamente como "Masacre de Nanking", tras el fusilamiento de soldados y la matanza de civiles - fusilados, pasados por bayonetas, enterrados vivos, decapitados, etc.-, con la violación indiscriminada de cientos de mujeres chinas. Con un blanco y negro quirúrgico y algunos planos memorables, el director Lu Chuan va describiendo el drama a través de varios protagonistas, sin caer en el panfleto inflamante ni en la falsa neutralidad. Las escenas bélicas, que predominan en la primera hora, poseen una tensión y fuerza que ejercen un genuino contrapunto con la segunda mitad del filme, sin batalla, en que se describe la opresión y el estado de paranoia permanente de los sitiados. Genéricamente, la película podría sumarse a un conjunto de intentos de grandes realizadores por retratar para las nuevas generaciones algunos incidentes o hechos de la II Guerra Mundial. Desde DER UNTERGANG (La Caída-2004) hasta KATYN (Katyn-2007), con mayor o menor grado de revisión, se intenta poner en pantalla el drama humano por encima de lo políticamente correcto- disciplina que era común durante la guerra o en las décadas inmediatamente posteriores al conflicto. Si bien a los hechos de la Guerra Chino Japonesa no se los suele incluir en el estudio de la II Guerra, su importancia como precedente es tan importante o más como, por ejemplo, la de la Guerra Civil Española. Y qué interesante es constatar como varía la óptica según el punto del globo mundial desde que el se mire: en esta apasionante versión de la masacre de Nanking financiada por las autoridades de la China Comunista... ¡el bueno es un nazi!

4to. día

De las gacetillas que Colombo-Pashkus dispara a su base de datos de emails, rescatamos este titular:
Por Primera vez en Argentina, un festival de cine presenta proyecciones en 3D

Del artículo escrito por Darío Lavia Festival de Mar del Plata: Fiesta del "cinematógrapold" rescatamos este párrafo:
A las 23:30 del miércoles 10 [de marzo de 1954] se reunió un grupo de altas personalidades del mundo político y artístico en el Atlantic y, tras la llegada de Perón, se inició la proyección de HOUSE OF WAX (Museo de Cera-1953), primera película en 3-D salida de un gran estudio de Hollywood.

¡Qué lástima que el redactor de las gacetillas del festival no tenga cerca ningún especialista con ½ dedo de frente para consultar antes de embarrarse así!

ANTICHRIST (Anticristo-2009) de Lars Von Trier

ANTICHRISTFilme dividido en seis partes, en que el vanguardista director Lars Von Trier vuelve a incursionar en el género terrorífico, esta vez con pretenciones y mucha polémica.
PROLOGUE: Un comienzo magistral, en blanco y negro, fotografía hiperdetallista y ralentando de cámara que nos muestra el contrapunto entre dos negligentes esposos (Willem Dafoe y Charlotte Gainsbourg) haciendo el amor y una criatura que sufre un accidente fatal.
GRIEF: Consecuencia lógica del "accidente", la madre entra en un profundo estado de angustia y depresión del cual el marido, un experto terapeuta, intenta sacarla a través del viaje a "Edén", una apartada cabaña en el medio del bosque.
PAIN: Como buen profesional, el marido va identificando y descubriendo cada uno de los miedos de su mujer, que va manifestando alteraciones de la conducta cada vez más alarmantes, una de las cuales incluye su aparente curación.
DESPAIR: Tras violar algunas normas básicas en el tratamiento de un paciente (cualquier orangután sabría que no es recomendable involucrarse con su paciente y menos mantener sexo), el marido descubre facetas hasta ese momento ignoradas en su matrimonio, lo que evidencia su parte de culpa como padre ausente. También se ve trágicamente arrastrado a la vorágine pesadillesca de su esposa.
THE THREE BEGGARS: Tal vez enteramente una pesadilla, en este capítulo los animales interactúan con los protagonistas y se ocurren los incidentes más obcenos que cabría imaginar en la pantalla. Siguiendo la premisa de que "la Naturaleza es el templo de Satán" se consuma el holocausto del "anticristo" en la mejor analogía con la famosa profecía bíblica.
EPILOGUE: Ya inmersos en simbolismos, el desenlace nos provee más elementos posteriores de discusión.
ANTICHRISTTécnicamente opuesta a su famoso "Dogma" y lejos de la estética de sus epopeyas brechtianas de Grace Mulligan de DOGVILLE (2003) y MANDERLAY (2005), Von Trier se arriesga con un opus que no es tan misógino (como la crítica mainstream le ha acusado) sino misantrópico. Debido a sus implicaciones, apunta a dar tema de conversación a un variado espectro intelectual, por ejemplo, aficionados a la filosofía de Nietzsche (cuyo "Der Antichrist" Von Trier afirma tener como libro de cabecera), interesados en las teorías freudianas o psicoanálisis en general o incluso espectadores con ideas religiosas abiertas y de criterio amplio. El problema es que la película también alberga imágenes y situaciones gráficas de una crudeza tal que podrán llegar a impresionar o agobiar a estómagos no preparados. Un defensor del filme podrá decir que "estamos en un filme de terror, no un ensayo filosófico-teológico". De acuerdo, pero la base del terror de generar adrenalina en un entorno controlado es interesantemente desarticulada por Von Trier, que genera horror en las estructuras inmateriales que cimientan al ser humano. Para ello parte de la muerte de un hijo -la tragedia más terrible que pueda llegar a enfrentar cualquier progenitor- y llega a la impresión que en su más profunda intimidad, el carácter natural del Hombre (hombres y mujeres) es abyecto... y que sea capaz de infringir tanto dolor, tanto daño a quien supuestamente más ama. ¿Dónde encaja el Anticristo en este cuadro dantesco? La zorra que habla, la cierva que pega un salto con medio feto asomando por detrás, el cuervo desenterrado que no deja de graznar y la concepción, respaldada por siglos de brujas quemadas en la hoguera, que la mujer encierra el Mal. En su planteamiento, el director acierta con una estética cargada con segmentos cautivantes o repulsivos, pero cinematográficamente inobjetables. Las actuaciones, el ambiente opresivo y el constante flujo de imaginería y símbolos, de diálogos y silencios, constituyen lo más rescatable de este opus terrorífico que va más allá de esas famosas secuencias escatológicas que provocan que algunos espectadores se retire del cine, otros se rían o echen imprecaciones.

MOTHERMADEO (Madre-2009) de Bong Joon-Ho

Un joven medio lelo llamado Do-Joon (Won Bin) es golpeado por un Mercedes Benz que se da a la fuga. Su sobreprotectora madre (Kim Hye-Ja) se altera y corre en su ayuda. Do-Joon y su amigo Jin-Tae rastrean el automóvil y llegan a un club de golf, donde se introducen y atacan a tres o cuatro golfistas uno de los cuales sería el conductor. Todos terminan en la comisaría, donde un inspector trata de apaciguar el revuelo. Por la noche, Do-Joon se embriaga y al regresar a su hogar, se ve atraído por una colegiala que deambula por la noche. Al otro día la chica aparece muerta, asesinada, en la terraza de una casa abandonada. En el lugar encuentran un rastro de la presencia de Do-Joon con lo que la policía lo interroga y arresta como responsable. A todo esto, la madre de Do-Joon comienza a realizar todo tipo de averiguaciones, primero con el inspector, luego con un abogado y finalmente por si misma, con tal de sacar de la cárcel a su hijo. ¿Podrá esta Miss Marple coreana descubrir la verdad sobre el asesinato de la joven estudiante? ¿Logrará encontrar alguna pista soslayada por la policía? ¿Encontrará al verdadero asesino? Sin dudas cumplirá todas estas asignaciones y más, pero a costa de un largo aprendizaje que va progresando a medida que la película va cambiando de registros y géneros. Previamente su director, Bong Joon-Ho, había brindado esa revisión del cine de monstruo gigante, GWOEMUL (The Host-2006), que impregnó con una dosis continua de comedia. Similar dosis acompaña el relato de la madre que investiga, sin embargo, el foco de interés gira en torno a un elemento ya planteado en su otra película previa, SALINUI CHUEOK (Memorias de un Asesino-2003): la memoria. En una escena, la Madre indica a su hijo un ejercicio que supuestamente le hará recordar aquellas imágenes que su ebriedad borró. Repitiendo ese ejercicio (que consiste en frotarse las sienes con los dedos), Do-Joon recuerda... pero nada precisamente útil para esclarecer el caso. Es su obsesiva madre quien lleva hasta sus últimas consecuencias la búsqueda de recuerdos y retazos de memorias con tal de lograr su meta. La investigación se aleja lo más posible del lugar común del típico cine de "buscando pruebas de su inocencia" - que el cine norteamericano convirtió en cliché ya antes de la era del sonoro- y logra un auténtico hallazgo: que al descubrir la verdad, ni la Madre ni el espectador quieran creerla.

UN PROPHÈTE (2009) de Jacques Audiard


Tahar Rahim y Niels Arestrup, peón y rey de una partida con ahogados y coronados

Definir películas con títulos de otra u otras películas a veces sirve para dar una idea acertada que permita abreviar tiempo y espacio en descripciones. En este caso creemos dar en la tecla al decir que esta película es un "mini-Padrino" ya que comparte con el clásico THE GODFATHER (El Padrino-1972) de Francis Ford Coppola, una similar óptica del mundo del crimen con la que focaliza los valores humanos de quienes necesariamente deben carecer de valores. La trama se inicia con el ingreso a una prisión francesa de Malik (Tahar Rahim), un joven árabe inmigrante que resalta por su ausencia de identidad étnica o cultural propia. A poco de ingresar se percata de la situación: si quiere cumplir su condena de 6 años y sobrevivir va a necesitar protección. Quien se la ofrece es Cesar (Niels Arestrup), jefe de la mafia de los corsos con jurisdicción tanto dentro del penal como en el exterior. El problema es que Malik tiene que cumplir un "favor" para Cesar, que consiste en liquidar a un recluso árabe llamado Reyeb (Hichem Yacoubi). Imagínese que arma mortal puede uno ocultar en su cuerpo y con que excusa Malik va a ganar ingreso en la celda de Reyeb, súmele que matar a un hombre no es tarea sencilla y ya tiene el nudo de suspenso que reinará durante la primera media hora de película. Superada esta instancia, Malik avanza como peón de Cesar, más tarde como mandadero en sus salidas semanales por buena conducta y, posteriormente, como "cuentapropista", llevando a cabo negocios para si mismo y con su secuaz y amigo Ryad (Adel Bencherif), afectado de cáncer de testículos y con poco hilo en su carretel de la vida. La película se extiende durante dos horas y media, lo que da tiempo al director Jacques Audiard de poner en pantalla escenas de gran violencia, momentos ligeramente épicos, conflictos humanos y un ajedrez en que evoluciónan tres diferentes gens que coexisten en la misma prisión: árabes, corsos y gitanos. A la manera de los sicilianos, judíos e irlandeses que se desenvolvían en el filme de Coppola, estas gens interactúan llevados por los más íntimos y humanos impulsos: racismo y codicia. A pesar de una cámara inquieta, casi documental, que acentúa la opresión y el clima sórdido del pabellón, hay momentos puramente cinematográficos, en que podemos descubrir que las estupendas dotes plásticas del director van de la mano de su magnético poder narrativo.

STREET WITH NO NAMETHE STREET WITH NO NAME (La Calle sin Nombre-1948) de William Keighley

Esta historia de un agente del FBI infiltrado en una organización delictiva corre en la angosta vereda entre lo didáctico y el thriller. Se ve que la película tenía que continuar la vertiente "pro-FBI" de otras películas de la época, cuya misión era la de ensalzar las actividades de la Oficina de Investigaciones Federales. Y para ello se optó por dar participación (según se anuncia en los títulos de crédito) a auténticos empleados del FBI. Felizmente, para la película, estos empleados son utilizados en las típicamente aburridas (pero breves) escenas de investigación de laboratorio, en las que usualmente se comparan cartuchos de balas o se estudian pistas mínimas. Una voz en off explica como trabaja cada rama del organismo y da una idea de los alcances de su jurisdicción. Más allá de este planteamiento abiertamente menor, la película intenta despegar de sus limitaciones, presentando a un villano fuerte, un memorable Richard Widmark, de quien podemos destacar varias secuencias:
- Su primera aparición, en el gimnasio de boxeo, cuando llega junto a sus secuaces y se produce un silencio sepulcral en todo el recinto.
- Sus maneras bruscas hacia su esposa (Barbara Lawrence), que desencadena en una fuerte pelea.
Otro elemento ganador es el planteamiento maduro: a pesar de ofrecer propaganda del FBI, la película no deja de mostrar un caso de corrupción policial, lo que implica un elemento complicado no usual para una propaganda a favor de las fuerzas del orden. Del clima propio del film-noir solo están presentes sus calles húmedas y sus ambientes sórdidos (magnífico el gimnasio de box, donde el protagonista Mark Stevens debe cambiar guantes con un púgil), y, aunque se ve que el director se esfuerza, se echa de menos algo de tragicínica poesía en la conclusión.

3er. día

HOUSE OF THE DEVILHOUSE OF THE DEVIL (2009) de Ti West

Una jovencita (Jocelin Donahue) está a un paso de su logro supremo: acaba de alquilar un cuarto con una amiga a un precio irrisorio y está por ir a una entrevista para ver si consigue trabajo como babysitter que le permita ganar dolarines contantes y sonantes. Comenta las novedades con su amiga mientras comen unas porciones de pizza americana y beben tarros de Coke, en plena era Reaganiana (principio de los años '80). Hay algunos prolegómenos hasta que nuestra protagonista marcha a la casa de sus empleadores. Nos atiende un hombre muy alto, con bastón, avejentado y ligeramente siniestro (Tom Noonan), que planea salir con su esposa, una señora enorme, de aspecto poco afable (Mary Woronov). A partir de ese momento, previsiblemente, esperamos el primer golpe terrorífico, teniendo las siguientes premisas:
- Un prólogo nos advirtió, al comenzar la película, que en los años '80 el 70% de los americanos sospechaba de la existencia de sectas de adoradores del diablo y que un 30% pensaba que eran encubiertas por el poder.
- Los títulos de crédito de la película también están ambientados en los '80, ya que simulan tanto la grafía como el estilo de música típico de telefilmes y películas de la época.
- Ya el título mismo de la película, "La Casa del Diablo", termina de completar el sugerente cuadro.
Todos estas premisas nos indican que presenciaremos un festín de terror del tipo de esas antiguas películas de terror americanas ochentosas con jóvenes, sangre y poca lógica más allá de la catarsis que implica ver como son despedazados los cuerpecillos de los protagonistas y como la última sobreviviente se salva pero solo para seguir siendo perseguida por el demente de turno. En vez de esto, el director Ti West plantea una especie de tesis en la que la película discurre sin matices ni elevaciones de la adrenalina. De acuerdo, evita los subclichés dentro del cliché que implica todo lo anterior y trata de inquietar más que asustar. Como precedentes de esta técnica recordemos la discutida THE SHINING (El Resplandor-1980) en la que el director Stanley Kubrick extrajo todos los elementos terroríficos de la trama de Stephen King y obtuvo no una película de terror sino una "de aprehensión". Durante los primeros 65 minutos de esta película el director trata de transitar esa misma vertiente, salvo por un asesinato ocurrido en el minuto 36 de proyección. La aparición de la previsible secta satánica y la captura de la jovencita, nos llevan al clímax, en el que sí son asumidos esos lugares comunes tan empeñosamente evitados antes. Y ahí es cuando la película revive (o comienza), y se hace medianamente aceptable. Pero lo anterior, ni terror, ni aprehensión: especulación.

2do. día

LADY IN THE LAKELADY IN THE LAKE (La Dama en el Lago-1947) de Robert Montgomery

Philip Marlowe (Robert Montgomery, que también dirige) nos narra (con cámara subjetiva) un misterio policial (adaptado de su propia novela por Raymond Chandler, cuarta del personaje creado para "The Big Sleep" en 1939). Al principio Marlowe nos da su advertencia (que podríamos denominar "Prólogo", para mantener la equivalencia literaria) hablando a cámara, alentando al espectador a que saque sus propias conclusiones sobre el caso que está a punto de relatar. Acto seguido la película se sumergue en la cámara subjetiva y ya no volveremos a ver la cara del protagonista (salvo cuando Marlowe se refleja en vidrios o espejos) hasta mitad del metraje en que habrá otro inserto de conversación a cámara. El caso, como supone toda intriga policial imaginada por Chandler, es sumamente complejo y tiene varias capas de revelaciones. Primero se relaciona con una editora literaria (Audrey Totter, en la foto, junto al reflejo de Robert Montgomery) que le encarga encontrar a la misteriosa mujer de su jefe (Leon Ames). Dicha señora (acreditada en los títulos de inicio como "Ellay Mort") supuestamente ha huído con un amante (Richard Simmons) y tal vez ha provocado una muerte. Por supuesto, a la primera de cambio, Marlowe termina golpeado por el primer sospechoso y va a parar a la seccional de policía del Capitán Kane (Tom Tully), cuyo subordinado, el Teniente DeGarmot (Lloyd Nolan) tiene ganas de romperle la cara al pobre detective. A medida que avanza el caso, Marlowe enamora a la hembra, es perseguido por el policía corrupto y se topa un par de veces con la asesina, todo regado con diálogos más que sabrosos y una trama casi inextricable. La dirección trata de balancear el caudal narrativo con el recurso técnico de la cámara, pero no siempre es posible percibir todos los detalles en todo momento. El desenlace, a pesar de esto, es tensionante y cierra la novela-película de manera decente, aunque con final tal vez demasiado feliz para un paria como Marlowe.

1er. día

MOONMOON (2009) de Duncan Jones

Tras mucho tiempo de darle vueltas al asunto, al fin, se termina encontrando la mejor solución para los problemas. Esto pasa en la Tierra, con la candente crisis energética que se resuelve instalando una base de explotación minera en la cara oculta de la Luna que transforma la energía solar en Helio-3 materia prima con la que se nutre nuestro planeta generando 0 polución. Dicha base requiere la presencia de un astronauta llamado Sam Bell (Sam Rockwell), cuya labor es la de supervisar todos los procesos que son controlados por la supercomputadora Gerty (voz de Kevin Spacey). El contrato de Sam dura 3 años y durante ese tiempo se le permite mantener contacto audiovisual con su esposa Tess (Dominique McElligott) aunque debido a un inconveniente técnico permanente, solo a través de mensajes grabados. Esto significa que no hay ninguna interacción entre marido y mujer y que Sam se limita a ver y escuchar los mensajes de su esposa y a grabarle sus respuestas. El conflicto se desata cuando Sam sufre un accidente a bordo de una "cosechadora" espacial y queda inconciente dentro de la nave. Tiempo después, despierta en la camilla de la base, atendido por Gerty, sin recordar ni siquiera como llegó ahí. ¿Es la misma persona que sufrió el accidente? Esta será, a los 15 minutos de película, la primera intriga que nos cambiará la perspectiva de la trama. Y estos golpes de timón narrativos, uno cada cuarto de hora hasta el final, harán de MOON una experiencia casi inédita en lo que va del cine del siglo XXI, es decir, una película de ciencia-ficción sin bichitos, sin acción desbordante con "shacking-camera", sin profusión de efectos visuales CGI. Se trata ni más ni menos de mera ciencia-ficción, "la literatura de la imaginación disciplinada" (según definición de la antologista Judith Merrill), una sucesión de ideas desafiantes plasmadas en el relato, algo que el cine venía relegando en su afán de espectacularidad y efectismo. Por supuesto, hay impresiones de filmes previos, especialmente 2001 de Kubrick (¿cómo reintentar el camino de la ciencia-ficción "hard" soslayando esta obra capital del género?). Es más, MOON parece desarrollarse en la misma época que el acto intermedio de 2001, es decir, en los mismos escenarios lunares donde se movía el Dr. Heywood Floyd y donde el hallazgo de un monolito durante una excavación minera implicaba la alerta para seres extraterrestres de que el ser humano había alcanzado la madurez como para salir de la cuna. Es ese ser humano el que debe resolver cada uno de los giros que se plantean en la película y que sorprenden, provocan misterio y mantienen el interés durante hora y media. Nota: A pesar que el director, Duncan Zowie Heywood Jones, es el hijo de David Bowie su película está ambientada en el "Lado Oscuro de la Luna" y no tiene "Arañas Marcianas".

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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