JIMI HENDRIX: GUITARRA, VAS A ARDER

Por estos días (entre el 17 y el 18, bah) se cumplen cuarenta (¡cuarenta!) años de la muerte de Jimi Hendrix, uno de los dioses principales del Olimpo rockero. Con ustedes, una semblanza del hombre que hizo por la guitarra eléctrica lo que las contemporáneas misiones lunares Apolo hicieron por la humanidad: correr las fronteras de lo posible, yendo más lejos que nadie.      

Y si ya no te encuentro nunca más en este mundo

Entonces te encontraré en el siguiente.

Jimi Hendrix, Voodoo Child (Slight Return) 

CHICO VUDÚ

Cuando James Marshall “Jimi” Hendrix aterrizó en Londres proveniente de Nueva York, el 21 de setiembre de 1966, no llegaba a los 24 años: había nacido el 27 de noviembre de 1942 en la misma Seattle en que, años más tarde, caminaría Kurt Cobain. Por sus venas corría sangre irlandesa, mexicana, negra y cherokee: siempre sería demasiado blanco para ser negro y demasiado oscuro para ser blanco. Provenía de una familia muy pobre y disfuncional: su padre Al pasaba a menudo de un trabajo mal pago a otro, su madre Lucille era alcohólica, y moriría de cirrosis en 1958. Jimi incluso vivió un tiempo con su abuela paterna en Vancouver, Canadá, no muy lejos de Seattle, porque su padre no podía mantenerlo.

A eso de los 15 años, Jimi se sintió atraído por la guitarra, a la que llegó por vía de su admiración por Elvis Presley y por gigantes del blues como Albert King y Muddy Waters. Se enseñó a tocar a sí mismo: podía estar tocando un riff durante horas, hasta que lograba que sonara tal como deseaba. Las interminables horas de práctica alumbraron un verdadero prodigio, y para muestra vaya un solo detalle: Hendrix era zurdo, con lo que acostumbraba tocar con guitarras en las que las cuerdas estaban colocadas en orden inverso al usual, pero igual podía tomar una guitarra preparada para un diestro ¡y tocar normalmente!

A los 18 años, se le dio la oportunidad de evitar la cárcel por conducir autos robados si se unía al ejército norteamericano: revistó un tiempo en la famosa 101ª. División Aerotransportada, de destacada actuación en cuanta guerra Estados Unidos se involucró desde 1941. El informe de sus superiores no deja duda del concepto que se había ganado el soldado Hendrix: “incapaz de ajustarse a los reglamentos militares. No se presenta al toque de diana, duerme cuando se supone que debe estar en funciones, desempeño insatisfactorio”. Jimi alcanzó a obtener la baja justo a tiempo para evitar ser destinado a Vietnam.  

Durante esos primeros años ’60, Jimi fue guitarrista de las bandas de, entre otros, Little Richard (nada menos), Curtis Knight y los Isley Brothers. En el verano de 1966 quiso probar suerte con su propio grupo, The Blue Flame. Una noche que tocaba en el Cafe Wha? del Village, pasaron por allí la entonces novia de Keith Richards, Linda Keith, y el bajista de The Animals, Chas Chandler. Cuando Chandler oyó a la banda atacar salvajemente uno de sus temas preferidos, "Hey Joe", quedó fascinado con el guitarrista, e inmediatamente le propuso viajar a Inglaterra a probar suerte. Hendrix aceptó sin dudar: en Nueva York, su música no terminaba de entusiasmar ni al circuito de músicos negros de Harlem ni al de rock blanco de Greenwich Village, mientras que sus más destacadas influencias, el blues del Delta del Mississippi y el de Chicago, por esos días estaban furiosamente de moda en las Islas Británicas, con cultores locales de la talla de John Mayall & The Bluesbreakers y The Yardbirds.

La noche de ese 21 de setiembre de 1966 en que arribó a Londres, Jimi fue a un pub, el Scotch, donde lo dejaron zapar un rato con la banda residente, causando excelente impresión en quienes lo escucharon tocar… y en una joven inglesa, Kathy Etchingham, quien sería, más allá de sus continuas infidelidades, el gran amor de su vida.

La historia recién comenzaba.

PRIMEROS RAYOS DEL NUEVO SOL NACIENTE

Chas Chandler comenzó inmediatamente a buscar un contrato de grabación. Fracasó con Decca (que ostentará por los siglos de los siglos la dudosa distinción de haber rechazado ¡a los Beatles y a Jimi Hendrix!) pero terminó firmando con un sello nuevo, Track Records. Mientras tanto, Jimi formó su banda con dos ingleses: el guitarrista reconvertido bajista Noel Redding y el baterista jazzero Mitch Mitchell. El que avisa, se sabe, no es traidor, y el nombre del grupo ya advertía lo que se venía en ciernes: Jimi Hendrix Experience. Una verdadera experiencia. 

La música de Hendrix partía del blues, pero lo llevaba tan lejos de su origen como lejos viajaban esos contemporáneos vehículos Apolo que, por ese entonces, orbitaban la Luna y se preparaban para descender sobre ella: el saxofonista jazzero John Coltrane era una de las mayores influencias musicales, mientras que Bob Dylan e Isaac Asimov y otros autores de ciencia ficción moldearon su forma de escribir letras (pienso en "3rd stone from the sun", pienso en "1983: a merman I should turn to be", pienso en "Valleys of Neptune"). La curiosidad de Jimi iba incluso bastante más allá del rock y el blues: también solía escuchar grabaciones de obras de músicos clásicos como Mozart y Georg Händel (1). Pero todas esas influencias se amalgamaban en un estilo original, profundamente personal: no  hay un solo compás de la música de Hendrix en el que no suene a música de Hendrix y a la de nadie más.

A fines de 1966, el prodigio ya había despertado la admiración general del Swinging London: entre su público se podía encontrar a Paul McCartney, John Lennon, George Harrison, Pete Townshend, Brian Jones, Jack Bruce, Spencer Davis. Cuando a Jimi le preguntaron si quería conocer a Eric Clapton, aceptó encantado: hacerlo era una de las razones por las que había viajado a Londres. El lugar fue el Regent Street Polytechnic; la ocasión, una zapada con Cream en pleno. Cuando Hendrix atacó a toda velocidad "Killing floor", un tema de Howlin' Wolf' que Clapton nunca había llegado a dominar, Slowhand se puso tan nervioso que corrió a fumar un cigarrillo detrás del escenario. Chas Chandler contaba que el Dios de la Guitarra de los bluseros ingleses le dijo, admirado – preocupado –  “nunca me dijiste que era así de fucking bueno”.

A los pocos días, Jimi se fue a vivir con Chandler y con sus respectivas novias a un departamento de Montagu Square, propiedad de Ringo Starr, y su banda fue contratada para actuar en un gira, como telonera de… Cat Stevens, Engelbert Humperdinck y los Walker Brothers. Cuando la gira llegó al Astoria Theatre de Londres y Chandler pensaba en un golpe de efecto para dejar de ser el (insólito) número de apertura de esa gira, el periodista del New Musical Expresss Keith Altham le dio una idea: prender fuego a la guitarra (2). Funcionó: tras esa noche del 31 de marzo de 1967, todo el ambiente londinense del rock no hablaba de otra cosa que de ese loco guitarrista yanqui.  

Kathy Etchingham afirma que esa gira de conciertos por clubes y pequeños teatros del norte de Inglaterra, ante públicos escasos de clase trabajadora que no lo conocían, fueron las mejores actuaciones de Jimi en toda su carrera, y que esos fueron los meses más felices de su vida. Paralelamente, la banda grababa sus primeros simples ("Hey Joe", "Purple haze", "The wind cries Mary") y su primer disco, toda una declaración: “Are you experienced?”. En ese momento, testimonia su novia Kathy, las únicas drogas que Jimi conocía eran el alcohol y las anfetaminas, las que ingería para mantener ese ritmo desenfrenado de giras y grabaciones en estudio.

Terminada la tarea, Hendrix comenzó una larga y exitosa serie de actuaciones en Estados Unidos, con un pico en el Monterey Pop Festival, en el junio en el que comenzó el Verano del Amor. “Are you experienced?” apareció en las bateas británicas el 12 de agosto de 1967, con temas como "Foxy Lady", " Manic depression", " Red house", "3rd stone from the sun" y el que le da nombre a la placa.  

El 1º. de diciembre de 1967 se editó el segundo álbum, “Axis: bold as love”, con un enfoque más experimental: de hecho, de las canciones del disco, sólo "Spanish castle magic" y el himno "Little wing" pasaron a formar parte de la lista de temas ejecutados en vivo en forma regular.

Al año siguiente, y tras una problemática serie de conciertos en Dinamarca y Suecia (donde fue enjuiciado por destruir la habitación de su hotel estando alcoholizado) Jimi comenzó a grabar en Londres su tercer álbum, que finalizaría en Record Plant Studios de Nueva York. El proceso fue problemático: Jimi perdía el foco a menudo, debido al abuso de drogas (había comenzado a consumir LSD) y a su costumbre de invitar amigos y amigas al estudio;  su perfeccionismo llevaba a dedicar días y días a una sola pista ("Gipsy eyes" sola requirió más de 40 tomas). Tanto Noel Redding como Chas Chandler se hartaron y abandonaron la grabación antes de su finalización: Hendrix grabaría varios bajos él mismo, con alguna intervención del bajista de Jefferson Airplane, Jack Casady. Entre otros invitados, figuraron también los tecladistas Al Kooper (de la banda de Bob Dylan) y Stevie Winwood (de Traffic). El disco doble “Electric Ladyland” (con su famosa tapa de la edición británica, repleta de mujeres desnudas) se editó en setiembre de 1968, y fue un éxito instantáneo, merced a tremendos temas como "Voodoo Chile", "Voodoo Child (Slight return"), "Crosstown traffic" o el cover dylaniano "All along the watchtower". Todos ellos verdaderos apocalipsis sonoros, en el sentido popular del término y, especialmente, en el sentido etimológico de “revelaciones”.

El año terminó con un regreso a Londres, usado como base de operaciones para una gira europea que abarcó Escandinavia, Alemania, Francia e Inglaterra. La relación con Redding, desgastada durante la grabación de “Electric…”, llegó a su fin en junio de 1969, tras un accidentado recital en Denver. Para su actuación en Woodstock el 18 de agosto, Hendrix llamó al bajista Billy Cox, al guitarrista Larry Lee y a los percusionistas Juma Sultan y Jerry Vélez, rebautizando al grupo Band of Gypsys. La historia es conocida: la organización desbordada por la magnitud de lo que estaba pasando, la actuación en la madrugada de un lunes (cuando miles de personas ya se habían retirado), la falta de ensamble de la banda, la inspirada actuación de Jimi, que compensaría  toda desprolijidad con una alucinada y polémica versión del himno norteamericano, que se convirtió en el himno del movimiento antibélico.  

PASEANDO CON EL VIENTO

Band of Gypsys tuvo algunos cambios de alineación, un par de grandes actuaciones en el Fillmore East de Nueva York (registradas en “Band of Gypsys”, editado en 1970) y una desastrosa participación en un recital a beneficio del movimiento en contra de la Guerra de Vietnam en el Madison Square Garden, que llevó a la disolución de la banda a fines de enero de 1970. Jimi entonces rearmaría Experience, con Mitchell y Cox, y con ellos grabaría algunas pistas para un disco que iba a llamarse "First rays of the new raising sun". Paralelamente, invertiría su dinero, así como un préstamo de la compañía grabadora, para construir sus propios estudios en Nueva York, los célebres Electric Lady Studios, que inauguraría con una fiesta el 26 de agosto de 1970. Entonces vendrían sus últimas actuaciones, en el Festival de la Isla de Wight, en Aarhus (Dinamarca) y en el Festival de la Isla de Fehmarn (en Alemania), ocasiones de problemas técnicos y de escándalos más que de aplausos. Terminada esta última fecha, el 6 de setiembre de 1970, Hendrix volvió a Londres.

Los testimonios de la gente que lo trató en  aquellos días hablan de una persona entusiasmada con su música, llena de ideas, deseosa de entrar en un estudio y comenzar a buscar nuevos paisajes musicales. Así lo testimonian Patti Smith, quien charló con él entre bastidores en el Festival de la Isla de Wight, y el ya citado Altham, quien lo recuerda de muy buen humor y lleno de proyectos… y acompañado por dos de las integrantes de su siempre nutrido y siempre cambiante harén. Jimi había conocido a una de ellas en Nueva York en 1967: se llamaba Devon Wilson, y era una proveedora de drogas que se había hecho su amante. Altham recuerda hoy que Hendrix siempre tuvo un problema típico de las estrellas de rock y de las celebridades en general: los amigos de la fama, que se aprovechaban de su incapacidad para decir que no. 

La noche del 17 de setiembre, Hendrix fue a una fiesta con una amiga alemana, Monika Dannneman, y luego la acompañó a su habitación en el hotel Samarkand. Hay algunos detalles que no están claros, pero parece seguro que Jimi había bebido muchísimo, que había tomado anfetaminas (probablemente suministradas por Devon Wilson) y que, imposibilitado de dormir, había tomado unas píldoras muy poderosas que usaba la Danneman , Vesparax. Jimi fue hallado muerto a las 11:27 del 18, como es fama, ahogado en su propio vómito. La leyenda de su suicidio o asesinato no resiste el menor análisis, y más bien testimonia la imposibilidad de sus fanáticos de aceptar que Hendrix pudiera morir de esa manera tan estúpida.

La verdadera carrera artística de Jimi duró casi exactamente cuatro años: se puede decir que en realidad comenzó cuando arribó a Londres en setiembre de 1966, y terminó con su muerte en la capital inglesa, el citado 18 de setiembre de 1970, a los veintisiete años. Cambiar la historia del rock le llevó menos tiempo que el que requiere una carrera universitaria; a la edad en la que uno cualquiera de nosotros comienza a sentir que la vida empieza, con un título y el primer trabajo formal, Hendrix ya no se contaba entre los vivos. Como cantaba una banda blusera argentina en ese mismo 1970 tan glorioso, tan oprobioso, cada minuto es un minuto menos.

El rock es una ruidosa manera de afirmar básicamente eso.

NOTAS

(1) Durante 1968, Jimi y Kathy se mudaron juntos a un antiguo edificio de departamentos en el 23 de Brook Street, en el barrio de Mayfair. En el mismo edificio, Händel vivió durante 36 años, hasta su muerte en 1759.

(2) A pesar de que ha quedado como una de sus marcas de identidad en escena, el acto de poner la guitarra a arder sólo se produjo tres veces. Hablando de sus guitarras: un ingeniero de sonido, Roger Mayer, solía desarrollar efectos para Jimi, como un pedal de wah-wah especial, o el Octavia, que dispara una nota una octava más alta que la nota que se ejecuta. Hendrix además afinaba su instrumento en mi bemol menor, un semitono por debajo del estándar.  

VÍNCULOS        

“Jimi Hendrix: 'you never told me he was that good'” (en inglés). Ed Vulliamy, Guardian, 8 de agosto de 2010.

Artículos correspondientes de la versión en inglés de Wikipedia, consultados entre el 16 y el 22 de agosto de 2010.

Sitio oficial.

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