LA VERDAD SOBRE EL DESCENSO

Preclaro y fundado análisis político - futbolístico del columnista político más agudo del Barrio San José de Mar del Plata, Jorge A. Symns, autor de un muy comentado informe sobre La Ciudad de los Césares. En exclusiva, para el Portal CINE BRAILLE.

Sabrás, Cuñado, de los encuentros semanales del equipo de la Consultora Ojímetron en cierto restaurante especializado en comida oriental. China. Coreana. Japonesa. Uruguaya. Un restaurante de Recoleta, a pasos de la Embajada de Asiria. Encuentros que fueran bautizados como las peñas de la agrupación La Luigi Bosca. Neomenemismo etílico, quisieron denigrarnos los que no diferenciarían un yakimeshi de cerdo de un Postre Chajá. El de la medallita. El Postre Chajá digo, Cuñado, no el yakimeshi de cerdo. Allí en el restaurante, la Garganta. Con directa llegada al despacho de Don Julio, El Padrino de Sarandí. El Licio Gelli de la calle Viamonte. El encuentro fue en los baños del restaurante. La Garganta, que conoce nuestro trabajo, nos advirtió. "Está todo cocinado". Y no se refería al yakimeshi de cerdo, Cuñado.

Los contactos fueron discretos. Llamados telefónicos. Mensajes de texto. Encuentros en un ascensor del Congreso. Mensajes anónimos en el fotolog de las Siamesas Chipriotas. Las Chupolitakis. Charlas calculadamente casuales en el palco de un estadio. Hubo un intento por salvar al Rojo de perder la categoría. Hecho por un importante dirigente sindical. Un personaje digno de protagonizar un spinoff de Los Soprano. "No quiero perder la categoría", dijo. Le respondieron que ya la había perdido, y que empezara a buscarla. "Googleala", fue la palabra. Exacta. Que. Le. Dijeron. La situación de su club es, a estas horas, a estos minutos, desesperada. Tanto, que hay una única manera de conseguir una persona que se anime a presidir a la institución en la B. Que el cargo de presidente sea desempeñado en cumplimiento de alguna probation.

El otro descendido, Cuñado, vio sellada su suerte en el estudio de un canal de TV. Al cual habían concurrido, en forma calculadamente casual, sus respectivos comisarios políticos. El gobernador de la provincia cuyana. El senador y antiguo Jefe de Gabinete. El otro antiguo Jefe de Gabinete que comparte apellido e inicial del nombre con el segundo de los nombrados. Testigo casual fue un tercer ex Jefe de Gabinete. padrino de una institución del norte del Gran Buenos Aires. Todos ellos, miembros de la sección argentina del Grupo Bildelberg. La organización que rige al mundo, valientemente denunciada meses atrás por Alejandro Fantino. A quien, para amedrentarlo, ya le imputaron asistir a un garito encubierto tras la fachada de un prostíbulo. Imputación de las que se compran a 2x1 vía Sprayette. Lanzada por un verdadero mayorista de humo. El Salieri de Jacobo Timerman. El creíble adalid de la nanoveracidad.

El Grupo Bildelberg, cuñado, cuya vinculación con el mundo del fútbol se establece a través del célebre Doctor K. Aunque no confundamos, Cuñado: el Doctor K no es justamente K. Doctor K que (todo cierra) estuviera en el país en ocasión de un torneo de fútbol. La Copa del Mundo de 1978. Copa célebre por un resultado misterioso. Un 6-0 caído del cielo. Adquirido en cómodas cuotas. Con la plata de los jubilados. La misma plata que sirvió para que los Neomontoneros Sith de La Cámpora impusieran a uno de los suyos en Racing. Nada menos que en el banco. Con acceso directo a los bolsos. Decenas de bolsos. ¿Coincidencia? Algunos podrán creerlo, pero también otros podrán dudarlo. Y eso es incontrovertible. El que haya quienes lo duden. Así que doy por demostrado este punto.

Para otra ocasión, Cuñado, dejamos el tema de quién será el campeón del Torneo Final. Algunas pistas, aportadas por la Garganta, pueden ser adelantadas. Las posibilidades de cierto cuadro del barrio de Núñez sufrieron un ACV. Cuadro que ha llevado a la perfección la práctica del fútbol tántrico. Aquel que posterga la culminación. Más allá de la verborragia demagógica de su entrenador. Cuyas declaraciones de la semana marcaron 8,9 grados en la Escala de Rozitchner. Aquella, escala que mide la pelotudez humana y que va de 1 a 10. La Organización Mundial de la Salud, Cuñado, afirma que una pelotudez superior a 8 ya entraña riesgos para la salud.

Lo negarán, Cuñado. Lo negarán. Razón de más para darlo por cierto. Pronto, en el Portal, todos los detalles. Y aún más.

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